Hace unos 20 años le volaba a un papel, gracias a conectar con una ganaderia diferente con responsabilidad social y ambiental desde hace tantos años, la pasión y satisfacción de cada logro me ha dado la energía suficiente para soportar las subidas y bajadas.
Pero después de tanto empujar el barco contracorriente y cuando la máquina logro rodar solita hoy he aprendido que a veces el que corre más no es el que llega más lejos, que no dormir no hace que seamos más productivos, que hablar duro no hace que te escuchen, que a veces es más fuerte el que resiste y con tranquilidad atrae que el que grita y llama la atención.
Estamos creando una audiencia, estamos volviendonos influyentes, faros para otros que entienden que la ganadería no es de grandes capitales económicos, sino de grandes capitales humanos y de conocimiento.
Las instituciones lo están entendiendo, la extensión agropecuaria se estaba perdiendo en apagar incendios y no en atacar el problema desde la base.
Y todo empieza a notarse porque hay algo que agotamos en los últimos 60 años LA VIDA DEL SUELO y las redes colaborativas.
Ahora y cada vez más la única opción es regenerar, porque está en juego la soberanía alimentaria, el bienestar de las personas y la felicidad.
Si todos nos hacemos visibles la luz puede llegar a algunos que no ven sino oscuridad, mi invitación es a hacer un esfuerzo adicional por contar la historia a niños, jóvenes y adultos.
Disney Baquero
Ganadera regenerativa
@cnganaderos
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