Para quien escribo no son los ganaderos tradicionales, los que abrieron con el sudor de la frente y marcaron los linderos de sus hatos con sangre, ellos que tienen su lugar muy importante en la historia no son el objetivo de estos escritos. Afortunadamente todos esos hatos inmensos han educado a muchos hijos que al heredar les toca
su propia reforma agraria y así una mejor distribución de la tierra que los obliga a ser más productivos, porque a esta escala la forma de producir de sus abuelos ya no es sostenible.
También escribo para los inversionistas que le apuestan al llano por diferentes motivaciones pero que no tienen esos pedazos de tierra como única fuente de sustento sino como una forma de sentir libertad y felicidad, para ellos que oyen, leen y copian muchas tecnologías, que en pocos años se han ilusionado y se han decepcionado del llano para ellos una solución con inversión de menos de seis dígitos por hectárea que los pondrá nuevamente en el camino de la esperanza por un llano que será la despensa de la capital y porque no el mayor exportador de productos agropecuarios y de servicios ecosistémicos del país.
El manejar cada espacio del terreno bajo conceptos ancestrales de manada resulta un poco intimidante y retador, sin embargo, una vez se establece un cerco eléctrico funcional que hará las veces de los leones y un sistema que abastece de agua a todo el lote sin competencia teniendo un líder de la manada que es el pastor el amigo que cada 2 horas les ofrece una nueva y suculenta pastura que tuvo un descanso apropiado para hacer reservas que le permitirán recuperarse cuando haya pasado la tropa de animales arrasando todo por el condicionamiento y por la calidad acumulativa gracias a las toneladas de bosta y orina que han depositado los animales en los pastoreos anteriores y que la magnifica vida del suelo se ha encargado de mineralizar y poner a la planta de manera que sea aprovechable para ella, todo esto sucede en armonía con la avifauna, megafauna y respeto por los bosques nativos lo cual pone a la naturaleza a trabajar de nuestro lado y es ahí donde todo lo que nos parecía complejo se vuelve una sinfonía perfecta que no puede parar porque es la forma de autosanación de la naturaleza y de nosotros mismos porque nos hace mejores personas cada día.
@cnganaderos
Disney Baquero Umaña
Medico Veterinaria y Zootecnista.
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